Siguiendo con nuestro propósito de mostrarle al mundo lo maravillosa que es nuestra comunidad, conversamos con Karin Merino, socióloga de la U. de Concepción y una de nuestras más secas Turingers.
Pudimos conocer más a fondo su historia, y cuál ha sido su experiencia con la acelerada Transformación Digital producto de la pandemia, tanto para el emprendimiento como para la educación.
Primero, cuéntanos de ti
Soy Karin Merino. Estudié Sociología en la Universidad de Concepción, y hace 11 años me vine a vivir a Santiago, donde empecé a vincularme con el mundo de los negocios al estudiar un Magíster en desarrollo organizacional y gestión estratégica de personas en la U. Diego Portales.
Ya llevo 10 años trabajando en la Universidad Andrés Bello, donde soy académica en temáticas de gestión de proyectos, desarrollo organizacional e investigación – acción en organizaciones.
¿Cómo se dio tu inmersión en el ecosistema emprendedor?
En la U.Andrés Bello he tenido la oportunidad de trabajar con muchas Pymes, con quienes hemos tenido procesos de aprendizaje y mutua colaboración.
Estoy iniciando mi vida de emprendedora, puesto que por una enfermedad comencé a necesitar consumir productos probióticos, lo que me llevó a aprender del bello arte de la fermentación. Ahora estoy en proceso de desarrollo de un negocio relacionado a este nicho.
Con respecto a la situación actual, ¿Cuáles son los avances más importantes en cuanto a Transformación Digital que has visto en esta «nueva normalidad»?
Sin duda la necesidad de adaptarse a la situación de confinamiento ha acelerado una curva de aprendizaje digital en todas las personas. El fenómeno de la digitalización de microemprendimientos que antes eran 100% análogos me parece muy interesante.
Por sus estructuras familiares y culturas organizacionales, me he dado cuenta de que el impacto que estos cambios están teniendo en su vida cotidiana es bastante mayor a la de un empresario que mudó su oficina a la casa y cuyos trabajadores se encuentran trabajando de manera remota.
En estas realidades, son los y las líderes de las organizaciones las dueñas del negocio y, además, son las responsables de la mayoría de las actividades de gestión. Tampoco tienen recursos para pagar un community manager ni tienen conocimientos en TI que les permitan conocer cuáles son los pasos a seguir para incorporar comercio electrónico, por ejemplo.
En estos casos, han tenido que participar sus hijos o hijas en sus procesos de alfabetización digital básica, y son quienes les han apoyado y muchas veces asumido el rol de manejar los canales de comunicación con los clientes en los distintos momentos del comercio electrónico.
Esto ha alterado las dinámicas familiares y la cotidianeidad del día a día. La coordinación e integración del trabajo, que muchas veces era intuitiva y fluida, ahora ha tenido que tener una mayor estructura de funcionamiento y, en algunos casos, los y las dueñas han tenido que asumir la posición de liderazgo frente a su familia, que anteriormente no les resultaba muy cómoda.
¿Qué oportunidades para Pymes y emprendimientos ves en esta nueva realidad más digitalizada”
Para el sistema educacional, es imperante comenzar a entender estas nuevas formas de educación semi formal y más flexibles que comenzarán a surgir. A futuro, la manera en que pensamos los programas curriculares sin duda tendrá que cambiar y las modalidades Blended o semipresenciales van a verse potenciadas gracias a esta aceleración en la curva de aprendizaje y menor resistencia hacia el aprendizaje en entornos virtuales que estamos presenciando a nivel global.
Hoy en día, las y los emprendedores debemos aprovechar las oportunidades de capacitación gratuitas y de colaboración mutua que se están abriendo, a partir del aumento en los tiempos de conectividad.
¿Qué aconsejarías a una persona que comenzó a emprender en este contexto en el que estamos viviendo?
Recomendaría pensar la idea del negocio desde el corazón. Sea cual sea la visión del negocio y el alcance que esta tenga, que siempre vaya relacionado con algo que les genere un sentido más allá de lo económico.
Yo al inicio pensé una idea muy simple y luego, aplicando conocimiento de negocios, me alejé mucho de mi propia visión y terminé desistiendo. Tuve mi idea detenida mucho tiempo y me di cuenta que la razón fue una gran desmotivación. Luego de que la idea les haga click en el interior, sigan metodologías como el Lean Canvas para partir con pie derecho.
¿Qué es lo más enriquecedor que has adquirido en la Comunidad Turingo?
En Turingo he participado de un grupo de investigación en transformación digital de Pymes y, además de conocer a muy lindas personas, cada semana siento que mi aprendizaje aumenta de manera exponencial.
Acá han podido confluir tantas experiencias muy diversas y las ganas de colaborar de todas y todos los miembros es inigualable. Creo que esto último ha sido clave para mis lecturas académicas y lo que estoy desarrollando en mi emprendimiento.