Entrevistamos a Felipe Peña, emprendedor y desarrollador iOS oriundo de Valdivia, quien es experto en trabajo remoto.

“Trabajo remoto desde hace unos 10 años con empresas en Estados Unidos, por lo que para mí esta modalidad se da bastante natural”.

Felipe impulsó, en conjunto a otros emprendedores de su región, la 9punto5, primera conferencia en Valdivia y Chile enfocada en promocionar habilidades digitales, de personas a empresas y startups de todo el mundo.

“Con 9punto5, vimos la oportunidad de que la gente adquiriera mejores experiencias laborales, incluso internacionales”, agrega. 

Si bien hace tres años se instaló en Vancouver con toda su familia para ser el director de ingeniería en una empresa software, mantiene su conexión con la conferencia valdiviana y el trabajo remoto, sobretodo ahora, en medio de la pandemia.

Felipe, con esta abrupta entrada de muchas personas al trabajo remoto por el coronavirus, hemos leído muchísimos tips, artículos y comentarios sobre esta modalidad laboral. ¿Cuáles te parecen los peores tips que has escuchado/leído? ¿Que NO recomendarías hacer?

F: Más que tips, yo creo que la mayor brecha que existe tiene que ver con las culturas de las empresas. En latino américa en particular tiene que ver con cómo los managers se dedican a monitorear paso a paso los rastros de sus empleados. Está mucho el tema de “asegurarse” de que la otra persona esté trabajando, “sobre comunicar” sobre temas que no son realmente importantes, mandar más correos, más mensajes por mensajería instantánea, y usar aplicaciones que no tienen que ver con el contexto laboral.

Esta sobrecarga de información es una de las cosas que hemos detectado bloquean en cierta forma a un empleado.

Dicho esto, creo que lo que NO se debe hacer en teletrabajo es “sobre comunicar” y abrir más y más canales de comunicación que no son apropiados, como por ejemplo whatsapp, que al tener un tono más familiar, está lleno de  mensajes o conversaciones que hacen que la persona esté distraída.

Lo segundo que menos se debería hacer es replicar lo que pasa en la oficina en un ambiente remoto, o esperar que funcione tal cual funciona en la oficina. Existe otro mundo cuando se trabaja con gente de manera remota y eso hay que tenerlo muy claro.

¿Qué recomendarías a las personas que están trabajando por primera vez en esta modalidad?

F: Hay muchísimas recomendaciones, pero quiero destacar dos:

Es súper importante, sobretodo para la gente que tiene familia o los que no están acostumbrados a trabajar de esta manera, poner límites en términos físicos y de tiempo con la familia o con las personas con las que vivan. Se crea este cambio fuerte en donde a lo mejor tus hijos o tu pareja, o cualquier familiar, se tiende a confundir o no entender esto de que el “papá o la mamá” está trabajando en la casa, cuando en general es un espacio de vida familiar.

Requiere mucha comunicación familiar tipo “de cierta hora hasta cierta hora voy a estar trabajando”, coordinarse con las actividades diarias, y pensar en uno mismo, desconectarse cuando sea necesario.

Lo segundo; La empatía con los otros colaboradores que están trabajando con uno. Entender o saber que pueden estar ocupados haciendo otra cosa, y que algunas veces algo que para mí es urgente, para el otro no lo es. Eso claramente es algo que se define en equipo, porque hay que tener ciertos lineamientos como qué es una emergencia y qué no. Como ese meme “esta reunión podría haber sido un mail”…a veces esa llamada o ese audio podría haber sido un mensaje por Slack.

Hay que desarrollar la empatía, la paciencia y la capacidad de entender que algunas cosas realmente no son emergencias.

Pensando en los emprendedores o personas que trabajan en startups, ¿Cómo le pueden sacar provecho al trabajo remoto?

F: Yo creo que aquí hay una oportunidad fuerte con lo que tiene que ver con la motivación de los otros empleados. En el sentido de que no hay traslados largos a la oficina, ni momentos en los que la bulla de la oficina no te deja concentrarte. Hay un elemento de motivación al estar más concentrado y dedicado al trabajo.

Un emprendedor podría verse beneficiado con su equipo, al tener ellos mayor tranquilidad al realizar su trabajo, y por ende mayor motivación  -que no necesariamente puede conllevar mayor productividad- pero sí mayor felicidad, quizás mayor engagement y proactividad en hacer y proponer cosas nuevas, y creo que se puede aprovechar.

Y también, inevitablemente, esto va a llevar a un ritmo más tranquilo a las empresas, y creo que puede llevar el estereotipo del emprendedor que anda siempre corriendo a todas partes pensando “cómo cierro esto, como vendo mas”  (yo lo he vivido y por eso lo puedo describir bien), para salirse un poco del día a día, darle una mirada más lejana a su negocio, y darse cuenta que puede tener otra versión o forma de venta, ir repensando los modelos de negocio.

¿Qué crees que falta en las empresas chilenas para poder implementar esta modalidad de trabajo de manera más sostenida? A pesar del proyecto de ley aprobado hoy, queda la duda de si el país está preparado para esto

F: Quiero destacar fuertemente aquí, que todos esos artículos sobre tecnologías, implementar nuevos sistemas de videollamada, es muy secundario para mí. Por más que tengas acceso a mejores herramientas o internet, eso no va a mejorar en forma crítica el trabajo remoto. 

Hay tres pilares fundamentales:

Pongámonos en el caso de aquellos que no han hecho nunca trabajo remoto; Primero, darse cuenta de que no saben hacerlo y de que existe un tema de descubrimiento. Aquí es súper importante encontrar la medida exacta de trabajo de oficina vs trabajo remoto. Hay empresas que son full remotas y otras full oficina, entonces es importante -una vez saliendo de esta crisis- encontrar a lo mejor una forma híbrida, porque no existen tampoco estos extremos, y eso podría ayudar a construir una mejor cultura y mejor trabajo en las empresas.

Comenzar quizás de a poco, implementar uno o días a la semana, e ir viendo cómo funciona.

También que no todos tienen que trabajar a las mismas horas, sino que se pueden ir poniendo turnos, pero que en una hora específica tienen que estar todos conectados, etc.

Segundo; Trabajo súper, súper fuerte de comunicación interna. Tienes que saber comunicar eficientemente cuando no muestras tu cara y estás en base a texto, por lo que ojalá las empresas puedan capacitar a sus empleados en comunicación efectiva.

Y tercero: la empatía. Si crees o esperas que la otra persona te conteste inmediatamente, estás muy mal. Hay que definir tiempos de respuesta razonables para todos. No sé cómo se aprende empatía o paciencia, pero tiene que ver con ser humilde y darse cuenta que no sabemos, y aprender a descubrir esta nueva modalidad y dinámica de equipo en conjunto, y hacerla disfrutable.

Ojalá con los dos primeros puntos llegue el tercero, de entender a tus otros empleados y entregar mejor calidad de trabajo a todos.

 

 

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